LA CIUDAD EN MOVIMIENTO

lunes, marzo 24, 2003:

el problema no es izquierda o derecha

Y no, no estoy citando al cantautor favorito de Jay, Mr. Arjona. Esa visión bicolor de la realidad está, btw, demodé. El asunto de la guerra no es buenos vs malos como en aquellos juegos infantiles que me imagino todos jugamos alguna vez. Las marchas, me decía alguien, matan al pensamiento crítico (y no me dijo más, todavía estoy intentando explicarme eso); un boicot sirve como paliativo (y eso, cuando se hacen de forma inteligente e investigando las conexiones entre esto y aquello) y nunca como una solución. Intentos, pues.
Ayer, bromeando, dije que aprovechando todo este asunto cruzaría a San Diego para disfrutar la city. I love San Diego. Me encanta ir a comprar discos, pasear por el downtown, hurgar en las tiendas, tomar un café en alguna terraza, comer bagels con crema (btw, las hamburguesas nunca me han gustado. Y no es cuestión ideológica sino simple recuerdo de mi pasado vegetariano), sentirme parte de algo más grande sin tener la necesidad de serlo y, sobre todo, porque lo siento como una extensión de Tijuana. Así crecí, ni modo.

El sábado escuché platicar sobre estos asuntos a Hache y a mr ejival. Heriberto nunca ha negado su posición antiUSA y toda la noche se paso diciendo «esto y aquello es La Derecha». Nosotros, ejival & me, criados en un sistema pro capitalista (uy, que arcaico se escucha ese término) pues no paramos de reír. Cada quien, dicen, cuenta como le fue en el baile (o como le está yendo). Hace tiempo que decidi dejar atrás toda ideología (y eso, risas, es una ideología). La guerra me indigna por los muertos (inocentes o no); por el manejo político y el maniqueísmo mediático tan en boga.

Ey, vivo en una city que está a menos de 2 horas de dos plantas enormes de energía (San Onofre), a veintitantos minutos (en trolley) del Campo Pendleton (una de las bases más importantes para el Ejército americano) y sin embargo, como siempre dicen, no se puede vivir la vida con un miedo perenne. Por eso, esperénme un momento, voy por mi Coca Cola.

rafa // lunes, marzo 24, 2003