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LA CIUDAD EN MOVIMIENTO
domingo, abril 27, 2003:
FIN DE LA SEGUNDA PARTE
Ayer por primera vez en mucho tiempo me sentí cansado. Totalmente agotado. No sé si sea señal de que tengo que dedicarme a otra cosa o que lo que estoy haciendo ya no me está divirtiendo o que en realidad si estoy aturdido. Lo que hago me resulta predecible y, por lo mismo, aburrido. Siempre llevo a cuestas aquella frase que le aprendí a Servando Carballar (el mismísimo Aviador Dro): «El riesgo es divertido». Lo malo que ya nada es riesgo, ahora es carnaval (La Mode dixit). Entonces, ¿qué nos queda ya por hacer? Ustedes dirán: «un chingo de cosas». Y sí, les doy la razón pero, ese inevitable como cansino pero, ¿qué?
Fui al Voodoo House y puse un set musical que se dividió en 5 (uno largo al inicio del concierto, tres cortos entre grupo y grupo, otro largo para finalizar la noche). Puse lo que quise: desde T-Rex hasta Family, desde versiones indietrónicas de los Smiths hasta recuerdos del Madchester late 80´s, desde electro de punta a spanish pop clásico). Sí. Generalmente eso me hace feliz. Ayer no. Estaba cansado. A pesar de las sonrisas de l@s amig@s, de las pláticas interesantes, de los abrazos y las botellas de agua gratuitas. Inquieto por lo que viene.
Me cansa la espera. Y más esperar a gente que no se decide a donde ir. Lo mío es fluir. Mientras otr@s no sabían si ir o no ir al Centro Bar o caer directo a La Estrella, me fui caminando al Centro Bar. Unas seis cuadras. A unos cuantos pasos iba una señora caminando por la mitad de la calle. Esta zona de la city siempre está a obscuras y es, pongamoslo así, algo peligrosa. Decidí tantear al destino y camine por la acera. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis cuadras. Nada ocurrió. Rebasé a la señora y le ví la cara de preocupación. Le sonreí, se me queda viendo y abraza la bolsa. El miedo, me dicen, nos hace precavidos.
Llegué al Centro Bar justo cuando estaban sacando las cosas Bostich>, Panóptica y Pepe Mogt (de Fussible). It´s over, me dijo Dj Tolo. Me saque un par de fotos con ellos. Estos antes eran mis amigos, hoy me abruman sus pláticas, su modo de relacionarse conmigo, su postura ante la vida. La gente cambia. Lo que antes importaba ahora ya no (a veces el pasado debe ser sólo un buen recuerdo). De eso se trata el desencanto. Por fortuna, otra gente llegó al rescate diciendo: ¨La Estrella nos aguarda¨.
Veinte pesos y una cerveza clara como regalo de entrada. Full. La gente baila y se divierte con la música que toca DJ Travolta. Algunos sonríen sorprendidos con los gestos que la gente hace cuando baila. Yo no. Respect. Cae más amigos (DJ Serch y DJ Astor, de estereofonico.com, DJ Arkangel, el Alex de Tijuana NO). Astor me abruma con sus rollos. No estaba de humor para escuchar elogios drunkies. Más fotos. Lo que queda es ser testigo y vivir lo que se tenga que reseñar. Laura y Karina (de la UABC) y Al Saya consiguen que baile ¿cumbias?¿new latin music? Lo que sea, es puro escapismo. La felicidad, citando al grupo de chicas Nosotrash, es un alegre ritmo moderno.
A las 4:30 am me late ir por unos munchies. El AMPM está abierto las 24 horas. La gente que llega viene con la pila puesta, los bares están cerrando y esa es la única opción. Unas papas francesas, un hot-dog, una big Squirt. Todo mi presente viene a mí cuando le doy un trago al refresco. Algo me dice que los happy days are gone. Lo que viene es una cadena de responsabilidad y... I don´t know. Lo que sea, no importa.
A las cinco am tomo el taxi a casa. Antes de llegar, en el alto que está en la esquina, me tomo una última fotografía. Es para recordar: «Así era yo».
pd: En ocasiones selecciono el peor momento para iniciar, terminar o reinventar algo.
rafa //
domingo, abril 27, 2003
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