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LA CIUDAD EN MOVIMIENTO
miércoles, abril 16, 2003:
reencuentros, cortes
Lo de hoy. Primero fui a desayunar al brand new depa de mi amiga Haydé Zavala (a quien llamo cariñosamente «La funcionaria asesina» por innumerables razones que no viene al caso contar aquí), platiqué sobre buten cosas (la felicidad, nuevos trabajos, aspiraciones, problemas y viejas amistades), le ayude a que abriera por fin su blog [checa aquí] y le di buten carrilla por lo ecléctico de su colección de cd's (desde Beck, Marley, Chayito Valdez, David Bowie, Oasis, Santa Sabina y una música china que sonó como banda sonora para el desayuno americano que sirvió). Ah, en el intermedio se aventó la frase de la semana: «Se me vino a la mente la cabeza» (¿cómo dice que dijo?).
Me dejo en el centro, ella iba a la óptica Revolución por unos nuevos lentes y yo, en dirección contraria, a cortarme el cabello a Hairspray. Tarde como casi siempre, tenía cita a las 12 del día pero, afortunadamente Marcos, el estilista, se retraso un poco. Cuando llego me comento que es casi seguro que las Ultrasónicas vengan, je je, a Tijuana en junio mientras decidia que hacer con mi cabello. Finalmente, me hizo un corte glam «de última», risas, y salí muy contento con mi new haircut.
Mi hermano Wito es demoledor para la carrilla y cuando me vio entrar a casa, lo primero que dijo fue: "pareces niyorican". No necesito agregar más. Flop, diría Condorito. Ahí quedo lo glam de mi haircut. Ante la imposibilidad de rebatir ese argumento —me gano la risa, que quieren— fui directo a mi recámara, encendí el cd player y sonaron los Ramones. Ey, con los primeros acordes ramonianos volví a ser feliz.
rafa //
miércoles, abril 16, 2003
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