LA CIUDAD EN MOVIMIENTO

lunes, agosto 04, 2003:

I HATE MTV

Parafraseando a los bienamados Jesus and Mary Chain, «I hate rock 'n' roll» si todo es como el que pasan por ese otrora canal musical. Si, ya sé, la diatriba está a destiempo pero, vamos, de algo tengo que escribir, no?

En fin, la madrugada de hoy no tenía nada que hacer, ni sueño. Así que me dediqué a ver videos. Salvo algunos de los Yeah Yeah Yeahs, Placebo, Interpol y algún otro más, la programación es un asco.

a) Años de atraso.
El rock nacional llega tarde. El Cartel de Santa repite los estereotipos de un gansta rap (la misoginia aplicada con rigor y tan unpc en estos tiempos de Juárez) ya en desuso con todo y jerga importada que suena a cuento. A mal cuento.
El Panteón Rococo actualiza en su rola "Sonia», aquella «Paquita disco» de La Lupita. Y eso, of course, no es un elogio.
Circo, por su parte, sigue la ruta señalada por elefante (y no sé por que pero su uso de voces femeninas me recordó a Vico C). Carne para las listas de popularidad.
Los de Jumbo ahora quieren ser neoyorquinos. El baterista hasta trae puesta la camisa de la Velvet Underground pero ni las frases en inglés, los coritos de «yeah yeah», los estrobos o el romper guitarras proponen algo nuevo o tan siquiera un poquitín diferente. Come on, come on.
De lo nacional, lo mejor que vi y escuché fueron Café Tacuba y su yeye guitarrero en Eo, su último single.

b) Mala señal.
Los grupos americanos de adolescentes enojados no molan. Tampoco los de happy punk. Los extremos se tocan. La angustia y la estupidez a lot of records.
En su video "Boy and girls», la banda Good Charlotte (horrible name, btw) hace implícito que el punk es música para viejos o que los jóvenes repiten conductas ya gentifricadas (o como se diga) o los adultos de la tercera edad just wanna have fun como cualquier otro ser humano. O que el punk de hoy en día es tan safe que le puede gustar hasta a tu abuelo (con todo lo que eso implica). Anarchy and caos, my eggs.
La que me encanta es Madonna. A veces le atina y a veces no, pero en su video de «Holywood» lo hace. A lo grande. Es fascinante verla brincar sobre una gran pelota de plástico vestida tan sólo con un babydoll de satin. Lubricidad pop, se ve que sigue al tanto lo que está de moda en los clubes de fetiche. Infantilismo (el lado opuesto a lo que propone Good Charlotte). Absurda y kinky, pero con clase.
A los que no tolero nada son a los de Metallica. El video de St Anger es, se me había pasado comentarlo, una gran muestra de oportunismo y, vaya vaya, cinismo del malo. Why? Al inicio del video vemos como un guardia les informa que la prisión tiene una política de «no negociar» en caso de que los tomarán como réhenes. El guardia les pregunta si entienden eso y los obliga a que firmen. Close up al libro de visitantes y Metallica está adentro. Too much info, no? Ellos entran a ese lugar aún a costa de su seguridad. Ese es el mensaje, no? Lo que quieren en rockanrolear con los presos. Uy, tantas historias tras esos cuerpos vestidos de anaranjado y los Metallica ponen unas viñetas que además de trilladas son una muestra de la mirada condescendiente y racista de la banda. Al final aparece una leyenda que nos informa el agradecimiento de la banda a toda esa gente que comparte «su espíritu» o algo así. Es chistoso que ahí podrían estar unos cuantos de cientos de fans suyos que en algún momento fueron amenazados con cárcel por bajar canciones en Napster. Hipócritas.
Cuando salió por segunda vez el video de Audioslave, apagué la tele.

rafa // lunes, agosto 04, 2003