LA CIUDAD EN MOVIMIENTO

viernes, octubre 24, 2003:

del cajón desatre

WEEKEND

Termina la canción y Cynthia me jala a la terraza para empezar con la letania de siempre: "Porque nunca me hablas y te escondes cuando me ves en otro sitio" y remata con lo de "si quieres me voy y ya no te molesto más". Hago como que escucho y pienso "pues largarte ya, bitch". Decido que es mejor perderse en la pista de nuevo, bailo con Claudia el ¨Hot Hot Hot¨de The Cure. La vida es así.

Más tarde, ya sentado en la barra llega Roberto para contarme la triste historia de Rocío —el amor de su vida— que se fue a estudiar a Vancouver y no ha contestado sus últimas cartas; me dice que si creo que ya lo olvido. Le contesto con un "No lo sé, a lo mejor se murió de sobredosis, ya sabes que es ultra pacheca" que lo deja fulminado. Norma, psicóloga en ciernes, me pregunta que si la considero una buena amiga y le digo NOT! en medio de risas histéricas (de ella, no mías). Entre tanta gente, I'm so lonely.

A eso de las 2:30 am, apagan la música en el tercer piso y bajamos al segundo lleno de gringos horteras para bailar el "Deeper and deeper" y "Beat it" (ok! nos vemos mal pero a estas horas a quien le importa eso). Me sale de la boca un "No sé que hacer... Todo es tan difícil¨ mientras charlo con César que me dice que no pensaba en verme vivo otra vez (?) Ingenuamente, me repite frases textuales de Eduardo Ríos y el cuento eterno que a su familia no le importa si llega o no, y que odia a sus hermanos que dan clases en una universidad local. Al ver su camisa Guess manchada por el sudor piero el hilo de la conversación y por inercia pido otra bebida para ponerme drunkisimo y no entender nada de lo que dice. Diez minutos después, lo dejo ahi —con el equilibrio roto— por imposible.

Salimos del @ a las cuatro de la madrugada, en la calle me detengo a platicar con una chica que hace dibujos planetarios con sprays (tipo grafiti) y me dice en un mal inglés que los vende a nueve dólares. Todavía nos queda viada y entramos a un par de lugares, en uno de ellos me ofrecen coke en el baño y como hoy nadie quiere problemas emprendemos la retirada. Cerca del Jack in the Box nos alcanza una tipa, gringa algo loca, para enseñarnos sus tetas flácidas. Todo mundo quiere ser alguien en tan solo ¿cinco segundos? En nuestro recorrido vemos a policias y putas en busca de clientes, pero no creo que eso llame tu atención.

De tan borrachos que terminamos, nadie recordo en donde diablos estaba estacionado el carro así que nos enfilamos a los taxis. Ahí estaba Richie más ebrio que nosotros, peleando con un chófer porque no lo dejaba subir; como pudimos abordamos el taxi y al intentar subirse un drag queen, el muy estúpido se agarra los dedos con la puerta. "Ay mis dedos" dijo y todos nos reímos. Se fue todo el camino chupandose los dedos.

Finalmente, llego a casa a las cinco con quince y el techo azul de mi recámara me molesta. Escucho un par de temas en 91X (la nueva de RATM y la de los Beloved) y apago la radio cuando suena el "Alive" de los Pearl Jam. De repente, rompo a llorar y grito "Life is so abstract" sin saber por que al momento en que resuena una vez más en mi mente ese estribillo que dice "alguien tiene un arma por si algo sale mal". Sonrío y me doy cuenta que sólo soy el párpado del puercoespín, sweet pyschocandy.


* este texto —es la tercera parte— fue publicado originalmente en el fanzine Expresión Deforme (11/11/94)

rafa // viernes, octubre 24, 2003