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LA CIUDAD EN MOVIMIENTO
sábado, enero 18, 2003:
escribir en Tijuana versión 2
No puedo responder por otros actos que no sean los míos (y a veces, ni por ellos). Escribo porque sí y porque no y porque maybe eso me hace sentir ¿mejor? ¿vivo? ¿inteligente? ¿divertido? ¿popular? ¿de avanzada? No, esas son aspiraciones anacrónicas y bastante ridículas. Hoy estoy aquí pulsando teclas y viendo en un monitor Pavilion de Hawlett Packard lo que voy pensando justo casi en el momento en que hago. Weird? No que va, es algo tan habitual que ya me acostumbre. Desde hace unos 15 años leo a través de pantallas y escribo en un teclado que cada día domino mejor (esas clases obligatorias de mecanografía en aquel colegio de sueter azul sirvieron de algo, no?).
Cuando estaba en la prepa escuche por primera vez la palabra fanzine. Nunca había visto uno. De España, vía la ROM de DRO, me llego un «1-2-3..» para hacerlo. Lo hice. Y ahí empezó todo. Un verano de 1985. No he parado. Tengo dos libros publicados en editoriales pequeñas e independientes, más centenar de publicaciones en periodicos y revistas locales, nacionales e internacionales. Nunca me he sentido parte del mainstream. Ni del underground. Por eso me gusta tanto el lema del Aviador Dro: «somos parte de aquello que no necesita líderes». Outsider, pues sí. Y no, no me interesan las etiquetas. Y si es el caso de ponerse una prefiero la de beyondeado, por lo menos me acomoda mejor.
No soy un escritor fronterizo (vivo en una de las tantas fronteras que hay, eso sí. Siendo específico, a menos de un km de la cerca que separa a USA de México). No creo en grupos de poder ni en pequeñas maffias, apuesto por las redes de comunicación e intercambio de info. El uso del espanglish ya es una mera anécdota y el sampleo nunca ha dejado de ser un arma potente. Más que un escritor soy un manipulador de palabras con algunos aciertos y muchos errores. Hace tiempo que soy famoso para 15 personas y con eso, risas, me basta. La mal llamada «república de las letras» me suena a sopa Maruchan y sus acólitos me dan mucha weva. Escribo porque eso me hace (in)feliz.
Hace meses me pidieron mis datos y más datos para un diccionario o catálago de escritores mexicanos. No lo conteste y aún esta semana me han llegado correos insistiendo en eso. ¿Debo mandarlo? I don't know. Entre tanto party y downloads de temas en soulseek no tengo tiempo para esas cosas.
Por eso prefiero escribir aquí, puedo hacerlo desde cualquier lugar y postear de esos temas que no entran en revistas o periódicos. Escribir del modo que deseo, darle la extensión que requiera y en la estructura que cada texto necesita. O algo así, no?
Puede o no gustar lo que escribo. Eso, de verdad, no importa. Nunca ha importado. O casi nunca. Años atrás el décano de las letras regionales mencionó que mi primer book (aquel Esto no es una salida. Postcards de ocio y odio) era una auténtica basura. Ni modo, al leerla se infectó. Y se jodió (risas). Es lo que hay, lo que viene es, btw, «basura de luxe».
Sin embargo, contra todo pronóstico hay gente que me lee (si le gusta o no, ya es otra cosa). Y eso, como siempre digo, es lo que importa.
Thanks a lot, pals.
rafa //
sábado, enero 18, 2003
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