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LA CIUDAD EN MOVIMIENTO
lunes, junio 28, 2004:
1. EL SUAVE LLAMADO DE LOS NEOCONSERVADORES. El pasado 22 de junio apareció en Frontera la columna semanal de Blancornelas. Ese día hablaba de los beneficios del servicio militar y esa presión social para (ob)tener la cartilla. Mencionaba en su texto las aventuras al momento de la revisión del documento en cines y bailes, la carrilla del adiestramiento. Todo bene, verdad? Pues no, viene el mensaje moralino ante la no obligatoriedad actual. El no hacerlo conduce, según el escrito de Blancornelas, a historias relajientas que acaban en tragedia, a borracheras, a líneas de coca, a jovenes drogados y chicas violadas. O algo así.
Luego, reclama la vuelta del servicio militar obligatorio. Sus razones: alejaría a los jóvenes del vicio y el desorden, se reducirían los escándalos de fin de semana y los accidentes automovilísticos y, qué risa, los policías municipales descansarían de tantos escandalos. Y lean esto: miles de jóvenes se alejarían de la facha para vestir (¿?), deberían lucir corte de pelo normal (¿?) y respetarían a nuestra patria.
Blancornelas se olvida —o no recuerda, que para el caso es lo mismo— que el hacer el servicio militar no era tan romántico como lo pone, que uno tenía que soportar a un cabo o x soldado altanero e intransigente en aras de "forjar un carácter", que el documento obtenido era simplemente eso un documento necesario en ese tiempo, que se falsificaba para entrar a los bailes y bares, que el ir a marchar un fin de semana no significa(ba) que el que lo hacía se convirtiera en un buen ciudadano. Blancornelas chochea, no entiende ni tiene idea de que mueve a los jóvenes, da por hecho situaciones pero no presenta datos duros que avalen sus juicios, ignora las dinámicas sociales que corren en un fin de semana de esa otra marcha mientras trae al cuento un pasado que ya se fue y que, so sorry, nunca fue mejor.
2. I HATE DONT LIKE DEHESA. Uno de los peores programas de tv que he visto lo protagonizaba Germán Dehesa en Canal 40. Horrible, fatuo, aburrido, pasota. En fin, el 24 de junio escribió en su columna De aquí para alla lo siguiente: De Tijuana creo recordar que, al escribir de ella, hablé de una atmósfera terriblemente descompuesta y de un clima tal de miedo que se podía percibir en el aire. Umm, típico de nuestros visitantes que en un abrir y cerrar de ojos pueden dictaminar como vivimos los residentes de la city. Ya se ha dicho que quien controla el miedo de una población, la puede controlar de forma casi total. El miedo vende, Tijuana vende así que ¿por qué no le ponemos como título Narcotijuana, Tijuana, Tijuanita? La realidad es otra. La realidad se parte en gajos. La realidad es que quien cuenta la historia y tiene acceso a los medios puede establecer "verdades" difíciles de rebatir. Es su juego, no el nuestro.
3. NO FEAR, PLEASE. En el canal Sintesis veo a un par de comunicadoras, muy reconocidas en la city, expresando su sentir por el asesinato inútil de un periodista. Otro más and counting. Una de ellas externa casi para sus adentros un Otra vez estamos a nivel internacional como el lugar donde matan gente. Mmm, no sé porque aquella frase me sono como cuando no quieres que tus vecinos se enteren de lo que ocurre en tu entorno familiar, esas historias negras y prohibidas.
El rollo de la imagen, del «Oh my God, que van a decir». El asunto ese de no poder enfrentar fríamente los hechos y de hacerlo sin dejarse llevar por la pasión, de analizar todo en su contexto para poder comprender el tan mencionado por qué de las cosas.
4. LA LECCION DE LA MARA Lo había dicho la escritora colombiana Restrepo antes y luego Rafael Ramírez Heredia en su libro LA MARA, volvió a poner el dedo en la llaga: lo que viene es peor. El liberalismo económico —y no la modernidad anunciada por Picabia— produce monstruos. Nuestra suerte está, casi, echada (sin querer sonar alarmistas o en un falso determinismo).
5. LAS MARCHAS MATAN AL PENSAMIENTO. Sí, eso escribí en uno de los relatos contenidos en Lejos del Noise. Sí, todavía lo creo. Pero no puedo negar la fuerza que en ocasiones tienen para poner en claro la posición y el sentir de la sociedad en general ante ciertos temas (la xenofobia, la violencia, la inoperancia de leyes y gobierno). Nadie espera que esos espectadores de la acción —Chomsky dixit— se cansen de serlo y hagan sentir su valor en los medios de comunicación que simplemente los ven como un target para reforzar los valores básicos conque mantienen, eso quieren, al rebaño perplejo. Los que marchan se molestan con lo que pasa en el mundo y los que no, también pero prefieren no airear sus posiciones. O algo así.
El domingo me levante temprano porque quería tomar fotos en la marcha tijuanera vs la impunidad y la violencia. Nada más (es un trabajo sobre la vida cotidiana en Tijuana). Puedo contar que me han asaltado dos veces a punta de naifa pero que todavía no siento ningún miedo a salir a la calle. Si lo tuviera, sería como cederles a ellos —carteristas, expertos en la llave china, bajadores, asesinos y etc— el control de mi vida. Puedo entender el temor de la gente que ha sido secuestrada, asaltada o violentada en cualquier forma pero considero que el esconderse, el irse a otra parte, el creer que uno tuvo la culpa no es el camino adecuado. Tanto nos han dicho que nuestra ciudad está en manos de la hampa que hemos, so sorry, terminado por creerlo. Y no es cierto.
Otra cosa: si el burlarse porque si de las marchas es deprecable, ir y hacer juicios irónicos al respecto lo es más. Hay momentos en que uno puede burlarse de todo y hay otros en que se deben tomar las cosas en serio. Uno forma parte de todo este tinglado. Uno está inmerso en está (hiper)realidad. Uno, only Buda knows, ha salido bien librado pero eso no significa que algo malo no nos pueda pasar. Sí, somos vulnerables pero no podemos conformarnos o atenernos a esa idea. Life is hard (Warhol dixit).
Mmm, no marché pero vi la llegada de los que SI lo hicieron. Charle con buten de ellos, gente de todo estrato social, con todo tipo intenciones, con todo tipo de justificación para estar presente. Un momento, please: de la gente PC mega fashion a las pancartas de la nieta que vive en Reno, Nevada preocupada por la existencia de su abuela; de los familiares de víctimas recientes al tipo que han asaltado cuatro veces al salir de su trabajo; de los académicos que ofrecen cifras a los policías que dicen irónicamente: Son todos los que vinieron? Y sí, algunos vinieron porque había que hacerlo, otros porque necesitaban hacerlo y los menos, porque era cool.
Siempre he posteado que mi apuesta es por el respeto y la cultura porque sin ellos, so sorry, nuestro paso por esta vida sería peor. Sigo en ello. Y ustedes?
rafa //
lunes, junio 28, 2004
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