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LA CIUDAD EN MOVIMIENTO
sábado, noviembre 22, 2003:
continued
En el post anterior no mencioné que en las Farmacias Guadalajara te venden, como dijo Hache, la mitad de la fiesta: cerveza si, condones no. De mala leche, uno de los tipos del encuentro fue de una por una, preguntando si tenían «preservativos». Nop, zero.
Sigo con dolor de estómago y culpo definitivamente a la lechuga mal lavada. Ni modo, uno de los riesgos de comer en puestecitos. Mr Yépez sigue diciendome que eso fue a big mistake. Bah, ya pasará. De nuevo a internet a checar correos y el blog, buen rato ahí. A eso de las 7pm me dirigi a Casa Serrano. En el camino me encontré a Hache con Ruben Bonet y La Congelada de Uva. Lo que faltaba, no?
Me dio mucho gusto ver a Ruben. Crazy as usual. Trae un nuevo libro en conjunto con Servín, Mauricio Bares y Pepe Rojo. Un relato largo cada uno. Me dijo que leyó el «Lejos del Noise», le gusto pero le decepciono en el aspecto filosófico. Cree que todavía no doy el salto que me separe de los dos libros anteriores. O algo así.
La mesa estuvo bastante weird. Estuvo un tipo antiprohibicionista hablando del asunto de la droga —bien, entretenido e informativo—, otro hablando de una revista cultural, el Roberto Andrade sobre cine y el último sobre las identidades juveniles —long, mega boring. Lo saico fue el moderador que llego colocado hasta decir «que dice que dijo»... y que empezo a ajerar a los ponentes. Acá, carrilla malillona. Y antes de eso, nos aventó un discurso que terminó diciendo que debíamos comprometernos a entregar un manifesto contracultural que se publicaría en La Jornada —btw, ahora que escribo esto, el reportero de La Jornada está enviando su nota. Esta en la pc contigua— y etc. No mames, pensé y cuando voltee a ver al Yépez, nos soltamos a reír. Puta madre, en los enredos que me meto.
Total, cuando fue hora de las preguntas, La Congelada de Uva solicito, vía Bonet, que le pasaran el micro porque tanto hablar de divergencias culturales y etc le había puesto cachonda. Acto seguido, se bajo los pantalones y se quedo ahora que sí, con el culo al aire y «la sonrisa vertical» dando la cara al personal. Y ojo, que había gente de todo tipo. Uno de los ponentes trataba de dar respuesta a una de las dudas cuando cayo en cuenta que nadie lo pelaba. Todos los ojos estaban puesto en el coño congelado de La idem. Lo que hace uno por robarse el show. A un lado, los visitantes distinguidos fumaban pot en una pipa recién comprada y Bonet le decía a Yépez: ¿Tú crees que vengo descalzo a los eventos contraculturosos?
Vino el performance de Ema Villanueva. La neta, no le entendí. No se de que iba. En la pantalla ella misma se la paso embarrandose los dedos de chocolate que luego chupaba; frente a la pantalla, Ema se empezó a enrollar el rostro con papel higiénico. Escogió uno de esos rollotes bien reportados y pues, tardo un chorro. Mientras eso sucedía, se podía escuchar una grabación de poemas de poetas beat (yo entendi de «poetas bi», risas). Ahí paso algo chistosísimo: el Yépez se la paso escondiendosele al tipo que repartía las cervezas —ver el post anterior— ya que, al parecer, el tipo quedo prendidísimo de Hache. El tipo es un personajazo, tipo político setentero, chaparrito y medio barrigón que lo traía en chinga. Total, que no fue su día. Ah, el moderador insistía, super colocado, en decir «Aplaudan cebos» aunque todos entendimos «Aplaudan cerdos». Bonet estaba indignadísimo por eso ("No mames, hay señoras y niños").
De ahí al hotel a dejar la mochila, salir casi de inmediato a buscar unas tortas ahogadas, luego a Casa Serrano para ponernos de acuerdo en que parte seguiría la fiesta. Bonet, con su sentido lapidario del humor, pregunto: A la tocada de Nortec o al Turístico, ¿qué sigue? Todos nos reímos. Ahí contactamos a dos morros underground lagueños —Sergio y Pedro, el baterista de doom— que nos llevaron a una cantina llamada La Morenita, onda turístico pero en nice. Una bad news: los antros cierran a las 11pm. Apenas alcanzamos a entrar. Bonet estaba más indignadísimo porque nadie le advirtió que la Negra Modelo costaba 25 pesos, la Sol y no me acuerdo como se llamaba la otra, sólo 10 pesitos. Ni modo, me tome 5 cervezas y pague 110 pesos.
Llego otro contingente a tocar y a gritar «Rubén, abre Rubén». Los dejaron pasar después de mucho insistir. Pedro, el baterista de Doom se la paso hablando de física cuántica con Hache, yo escuchaba a los contraculturosos charlar de que editorial estaba cool y con quien debían hablar. Una pesadilla. Ah, la rockola tenía los últimos hits.
A las 2am nos corrieron. Unos decidieron irse al hotel. Fui con Sergio y el baterista de doom —aka Pedro— al dichoso Antinus. Nice place. Techno de garrafa. Había noche intercolegial, mucha gente a pesar de la hora. Ahí nos encontramos al Astroman —que desde ese momento le dije que sería Felipe Fresón— y Roberto Andrade (él que hablo de cine). Otro par de cervezas, algunas fotos y pasamos al hotel a recargar las baterías. Pagamos un taxi —20 pesitos por los cinco— para que nos llevara a uno de esos bares de carretera. Un señor congal. Creo que pagamos unas cinco rondas de cervezas mientras veíamos como iban y venían las chicas a saludar (no me acuerdo de León, tampoco me acuerdo de Puebla y así). Ya borrachos nos paramos a bailar y si, dimos la nota.
A las cinco am se acabo el show. Otro taxi para el centro de Lagos y cada quien a su cuarto. Ya no pude despedirme de Hache, se fue a las 3am a Guadalajara.
So drunkie, me dormi.
rafa //
sábado, noviembre 22, 2003
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