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LA CIUDAD EN MOVIMIENTO
lunes, noviembre 24, 2003:
día 3 (continuación)
Cuando terminé e imprimi la ponencia, fui a Casa Serrano. Estaba todavía Neeli Cherkovski charlando, me quedé afuera. Cuando llegaron Astroman, Roberto Andrade y Sergio decidimos pasar de todo e ir mejor a comer pizza muy cerca de ahí (nos estuvimos burlando de la versión mexicana de Dissmised), luego fuimos a comprar rompope a las monjas Capuchinas. Llegamos todos bofeados a «El Calvario» que está a 10 minutos de ahí (chiste local, btw), esperamos a que nos atendieran y escuchamos las ofertas de la Madre Superiora ("Llevense éstas, decoradas. También tenemos galletas y garapiñados"). La botella salía en 50 pesitos. Cool, compre una.
En el hotel probamos el rompope —bueno, muy bueno— mientras Roberto trataba de entender todo el rollo de los 9 partidos de fútbol que se estaban transmitiendo a esa hora. Con Sergio fui por raspados, repartí algunos cds (Nodashi, Faca, un sampler de Nimboestatic) y, a eso de las 4:30 pm, me fui a descansar. Al rato subió Astroman a despedirse, se iba de urgencia a Puebla. A las 6:30 pm sali con dirección al Bar Lagos, uff casi 10 minutos del hotel, donde sería la última lectura, el performance de La Congelada de Uva y las actuaciones de God is my name —lagueños que pertenecen a Nopal Beat— y La otra cosa, un grupo de blues.
El bar Lagos es otra cosa. Tiene un mingitorio justo a la entrada, tan sólo cubierto por una rejilla de metal y nada más (la privacidad es nula). Ya estaba lleno. Una chica llamada Lorena me indica el orden de las ponencias y, como había un sólo micro, pues... el show iba a ser desde el lugar donde posteriormente tocarían los grupos. Uno por uno. Antulio Sánchez —que escribe de cibercultura en Milenio y Ectétera— expuso con diapositivasa el porque es importante entender como afectan las nuevas tecnologías algo tan concreto como la música (a mucha gente le pareció una clase de computación pero a mí si me gusto su ponencia).
Mi turno. Justo en el momento en que empezaba el rush de E. Ni modo, a distancia parecía que estaba nervioso que, inclusive, Rubén Bonet se acerco para decirme que leyera más fuerte y más lento. Creo que si seguí sus indicaciones, el texto tuvo buena respuesta (me lo pidieron para 2 revistas y creo que 5 personas me hicieron algunos comentarios al respecto). La primera cerveza. A partir de ahí, todo era de repente super rápido y luego, lentísimo. Benjamin Anaya, músico y escritor, leyo una muy buena ponencia que le ponía en la madre a la contracultura. Luego, cosas del destino, fue el turno de El Super, personaje lagueño en la onda guevareña (del Che, no Ana) que hablo y hablo y hablo y hablo hasta que se canso y la victoria nunca llegó.
God is my name puso otra vez en orden la fiesta. Me gusto su set en vivo, primero pachequito, minimal.
* Ey, aquí iba otra parte del post pero quien sabe por qué diablos no apareció. Va de nuez.
En que estaba... ah sí, God is my name pasaron después a un set más festivo, medio noise y muy latinón. La gente los recibió bastante bien. Luego, el performance de La Congelada de Uva. Ya me habían comentado lo que iba a presentar ese día así que no me causo shock pero a gran parte de público, si. Vestida con un hábito blanco, arriba de una mesa. Se sienta, abre las piernas, se percibe su vagina en todo su esplendor. Se inyecta una sustancia, se incorpora, hace presión y se ve como poco a poco se va manchando su vestimenta de rojo. Arma una cuna con papel rojo, saca de no sé donde un «Niño dios», lo pone en la cuna. Se sienta, abre las piernas. Saca un condón, cubre a la figura con él, le echa lubricante. Trata de insertarlo en su vagina. Una chica desvía su mirada para no ver; otra, no puede quitar la cara de ¿sufrimiento? ¿asco? ¿dolor? Intenta despacio, fuerte. Nada. Lo saca. Le quita el condón, le corta las manitas al monito y con un condón nuevo lo cubre de nuevo, después viene el lubricante. Otra vez. Ahora sí, el objeto se queda atrapado en su coño. Se enteipa (ey, ese término ya brinco al mainstream) el área del pubis y las nalgas. Inica un ritual de hooker: primero, se pone una especie de baby doll transparente, medias de seda, arregla su cabello, cintas, anillos, collares. Sentada, se enteteipa las piernas que con esto, se juntas, se cierran. Se incorpora con dificultad.
Va un aplauso para ella. Hacer eso y en Lagos de Moreno, mis respetos. El cierre vino con un grupo de blues que sonaba tremendo.
La fiesta siguió, se detuvo en el camino y volvió a tomar forma en el hotel. Charlas, diatribas, discusiones. A las 3 y tantas me fui a dormir.
rafa //
lunes, noviembre 24, 2003
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